Si has llegado hasta aquí probablemente estés buscando ayuda, y te propongo no hacerlo de cualquier manera.
A veces un síntoma (ansiedad, tristeza…) llama a nuestra puerta, esto es una invitación a ver lo que nos ocurre a un nivel más profundo. No te quedes en la superficie, a través del vínculo terapéutico y distintas herramientas, podemos indagar y mirar aspectos de tu persona que necesitan ser vistos y sanados.
Tirarse a la piscina de la terapia es una gran decisión, me encantaría acompañarte en este camino de transformación, ¿te animas?