Nuestras empresas y vidas, después de esta pandemia, no serán las mismas.
Todo el mundo empresarial está muy preocupado del impacto que COVID-19 tiene en la economía de sus empresas, y sin duda es una situación muy difícil de gestionar y sin precedentes.
Una pandemia como la que estamos viviendo trae muchas consecuencias, no solo relacionadas con la salud general de la populación, también en la productividad del trabajo, la economía, sino también en el impacto psicológico-emotivo que se genera en los trabajadores.
La mayoría de las personas se conforman con sobrevivir, con tener un trabajo que le permita pagar sus facturas, pero tenemos que ir más allá y ser coherentes con nosotros mismos. Tenemos que acostumbrarnos a vivir bien, y no me refiero a lo material, sino a estar contentos y orgullosos de lo que pensamos, hacemos y decimos.
Ahora bien después de este confinamiento tenemos que dar la correcta importancia a nuestro trabajo visto que más de un tercio de nuestra vida la utilizamos trabajando entonces sería lo mejor
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