Para contestar a esta pregunta vamos a empezar hablando de qué es el trauma psicológico o emocional.
El Trauma es una herida en la Psique a consecuencia de un impacto que sobrepasa la capacidad de regulación del Sistema Nervioso, que excede los recursos de afrontamiento de la persona y no ha sido reparada en una relación segura.
El Trauma puede ser debido a un solo impacto, o a impactos recurrentes y repetitivos en el sistema que afecta a sus necesidades. Este impacto puede darse por exceso o por defecto, de manera que la carencia en alguna necesidad también puede generar trauma.
¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE EL TRAUMA?
El Trauma genera una escisión o separación. Se produce una fragmentación en la personalidad.
Cuanto más impacto, menos recursos y más sensación de soledad; más fragmentación.
La Psique genera una estructura de protección alrededor de las heridas emocionales, que cumplen la doble función de evitar sentir el dolor y de intentar satisfacer las necesidades o imperativos biológicos.
Esta estructura está íntimamente ligada al Sistema Nervioso Autónomo, su sistema de regulación emocional y los vínculos de apego primario.
Cuando el SNA no desarrolla una buena capacidad de regulación a través de la conexión social de la rama Vagal Ventral del nervio Vago, se activa el sistema de amenaza y se movilizan los sistemas de huida o lucha del estado Simpático o en último caso los recursos de inmovilización de la rama Vagal Dorsal Parasimpática.
Cada uno de estos estados y la combinación de ellos generan rasgos y patrones de la personalidad.
Esos estados son nuestras partes o subpersonalidades, que tienen su forma de sentir, de pensar, sus creencias, su forma de actuar, su estilo de apego y su estada del SNA.
También tienen una psicodinámica relacional que será más o menos compleja o armónica e integrada dependiendo del grado de trauma.
¿QUÉ HACEMOS EN NUESTRO MODELO DE TEATRO-TERAPIA?
A través de la técnica de “arco iris del deseo” de Augusto Boal, representamos en el exterior esta estructura interna.
Utilizamos figurante que representan las partes de una persona en una situación amenazante.
Cuidando en todo momento que la persona esté en un estado de seguridad Vagal Ventral gracias a la práctica de la compasión, el sostén del grupo y la presencia de la terapeuta.
La persona puede ver parte de su estructura de la personalidad y entender su dinámica interna.
Al mirar esta estructura desde unos ojos compasivos, puede entender su función protectora e intervenir en esa estructura.
Puede entrar en alguna de sus partes y explorar sus características.
Podemos entrar en escenas fundantes, decisiones de guion, introyectos, mensajes parentales, etc.
BENEFICIOS DE ESTA METODOLOGÍA
La persona puede desidentificarse de las partes que están siendo representadas y contemplarlas desde su capacidad de observar con compasión.
A través del teatro la persona experimenta con todo el cuerpo ese estado mientras tiene activado el sistema de regulación de seguridad Vagal Ventral.
Eso es muy beneficioso, porque estamos enseñando al Sistema Nervios Autónomo cómo regularse, le estamos dando recursos y lo hacemos en un entorno relacional seguro.
Al actuar nuevas formas de comportarse estamos generando en el cerebro nuevos caminos neuronales y es más probable que esos caminos puedan ser transitados.
A través del teatro también podemos representar escenas fundantes e intervenir en la herida original, lo que genera mucha descarga en el sistema.
El ver lo que pasa por dentro también nos ayuda a entender qué es lo que pasa por fuera, para darnos cuenta que nuestros conflictos internos son equivalentes a nuestros conflictos externos.
Y ya, por último, el hecho de que sea un trabajo grupal nos ayuda a conectar con nuestra humanidad compartida y a sentirnos pertenecientes a la gran comunidad del ser humano.