Hola,
mi nombre es Alicia Manzano y soy Terapeuta y Coach Emocional, experta en resolución de Conflictos y Facilitadora de Comunicación No Violenta (CNV).
Hoy quiero hablaros en este artículo de uno de los pasos claves en CNV que es la ESCUCHA.
Escuchar es un regalo. Un arte que, cuando se practica con intención, transforma nuestras relaciones y nos permite conectar con los demás de una manera más profunda.
Pero, ¿ qué significa realmente escuchar?
Muchas veces creemos que escuchar es simplemente oír lo que la otra persona dice, pero la verdadera escucha va mucho más allá. Escuchar implica estar presente, poner nuestra atención en el otro sin interrupciones ni juicios, y permitirle expresarse con total libertad.
Sin embargo, hay algo aún más poderoso que sucede después de escuchar: la devolución de lo que hemos entendido, lo que yo llamo el reflejo.
Este es el momento en el que, en lugar de dar consejos o contar nuestra propia experiencia, le mostramos a la otra persona que realmente la hemos comprendido. Pero antes de llegar a ese punto, veamos cómo practicar una escucha genuina.
Cómo practicar la verdadera escucha.-
Escuchar de verdad no es fácil. Nuestro cerebro tiende a anticipar respuestas, pensar en lo que diremos después o distraerse con otras preocupaciones. Pero cuando logramos enfocarnos en el presente y en la persona que tenemos delante, la magia ocurre.
Claves para una escucha profunda y auténtica
1. Escuchar con el cuerpo y la mente.
No solo escuchamos con los oídos, sino con todo nuestro cuerpo. Nuestra postura, nuestra mirada y nuestros gestos envían mensajes sobre nuestro nivel de atención.
¿Cómo lo hacemos? Mira a la persona con interés, asiente suavemente si lo sientes natural y evita distracciones como el móvil o mirar hacia otro lado.
2. Silenciar el diálogo interno.
Nuestra mente es ruidosa y tiende a preparar respuestas mientras la otra persona habla. Escuchar no es esperar nuestro turno para hablar.
Cuando notes que tu mente empieza a formular una respuesta, vuelve tu atención a la voz de la otra persona.
3. No interrumpir ni apresurar.
A veces queremos terminar las frases del otro o adelantarnos a su punto. Esto corta su proceso de expresión.
Dale tiempo a la otra persona para hablar sin interrupciones. Si sientes el impulso de hablar, respira antes de responder.
4. Validar y mostrar interés sin juicios.
Muchas veces, al escuchar, queremos dar consejos o decir qué haríamos en su lugar. Pero la escucha no se trata de nosotr@s.
Evita frases como «No deberías sentirte así» o «Yo en tu lugar haría esto…». En su lugar, usa preguntas abiertas como «¿Cómo te hizo sentir eso?» o «¿Qué crees que necesitas en este momento?».
5. Aceptar silencios.
El silencio también es parte de la comunicación. No lo llenes automáticamente con palabras. A veces, un pequeño silencio permite que el otro profundice en su sentir.
Si hay un silencio, mantente presente y disponible. A veces, la mejor escucha es simplemente estar ahí.
El Reflejo: Devolver lo que hemos escuchado.-
Ahora que hemos visto cómo practicar la escucha genuina, llegamos a una de sus partes más importantes: el reflejo.
Cuando alguien nos habla, muchas veces lo que más necesita no es un consejo, sino sentirse comprendid@. Y ahí es donde entra el reflejo: devolverle su experiencia con nuestras palabras, de una manera que le ayude a sentirse vist@, escuchad@ y validad2.
¿Cómo hacer un buen reflejo?
Reflejar las emociones, no solo las palabras.
No interpretar ni dar consejos.
Usar nuestras propias palabras para devolver el mensaje con claridad.
Ejemplos de reflejo en la escucha activa.-
Ejemplo 1: Un amigo que se siente abrumado
Él dice: «Estoy agotado con el trabajo. Me paso el día resolviendo problemas y nunca avanzo en lo que quiero hacer.»
Tú reflejas: «Sientes que tu energía se va en cosas urgentes y no puedes dedicarte a lo que realmente es importante para ti. Eso debe ser frustrante.»
Ejemplo 2: Un hijo que no quiere hacer deberes
Él dice: «No quiero hacer los deberes, son aburridos y quiero jugar.»
Tú reflejas: «Te gustaría tener más tiempo para jugar, pero los deberes te lo impiden y eso te molesta.»
Ejemplo 3: Una pareja que expresa malestar
Ella dice: «Me molesta que cuando estamos con otros apenas me prestas atención.»
Tú reflejas: «Sientes que cuando estamos con más gente, te gustaría que siguiera mostrando el mismo interés por ti.»
Cuando reflejamos de esta manera, no solo mostramos que hemos escuchado, sino que creamos un espacio seguro donde la otra persona puede explorar más sus propios sentimientos.
El poder de la escucha y el reflejo en nuestras relaciones.-
Cuando aprendemos a escuchar sin interrumpir, sin juzgar y sin imponer nuestras opiniones, las relaciones cambian. Nos volvemos más cercanos a los demás, porque les damos el regalo más valioso: el de ser vist@s y comprendid@s.
Y cuando, después de escuchar, devolvemos un reflejo genuino de lo que han compartido con nosotr@s, les ayudamos a verse con más claridad, sin imponerles nada.
Escuchar no es solo un acto pasivo, es un puente hacia el corazón del otro. Y en ese puente, la magia sucede.
¿Te animas a practicar la escucha y el reflejo hoy?
Si necesitas acompañamiento en la práctica de la Escucha y el reflejo en CNV, estoy aquí para poder ayudarte.
Muchas gracias por leerme.
Alicia Manzano
www.aliciamanzano.com