El sueño autónomo es uno de los temas que más interés genera para la mayoría. Vamos a explicar qué es y cómo conseguirlo, pero antes empecemos desde el principio!
En mi página de inicio te digo que “Si quieres que tu hijo tenga un desarrollo físico y emocional adecuado, enséñale a dormir mejor”, porque lo cierto es que los bebés llegan al mundo sabiendo dormir, es algo que ya hacían en el vientre de mamá, antes de nacer, sin que nadie les enseñara.
¿Entonces?
En este caso hay que comprender que aprender a dormirse por sí mismos es una habilidad aprendida como cualquier otra, por lo tanto, hay que enseñarles a dormir mejor. A menudo, como padres, solemos tener paciencia con otras habilidades como gatear, caminar o hablar y es importante entender que aprender a conciliar el sueño por sí solo es lo mismo. Uno de los grandes desafíos como adultos es enseñarles a dormir mejor, y la mejor manera de hacerlo es a través del acompañamiento y la comprensión para poder anticiparse a sus necesidades de sueño mediante la práctica, la paciencia, el tiempo y sobretodo, con mucha constancia.
Antes de nada…
Para entender el sueño autónomo debemos tener en cuenta la estructura del sueño y su desarrollo. Hasta los 4 o 6 meses es normal que un bebé se despierte varias veces durante la noche y que cada vez que lo hagan necesiten de tu presencia para volver a conciliar el sueño de nuevo. A partir de los 5 o 6 meses un bebé ha alcanzado la madurez necesaria y están preparados para aprender de manera autónoma a conciliar el sueño. Desde los 4 meses hasta los 5 años, el ciclo de sueño es de unos 45 – 60 minutos, y pasado este tiempo, pueden pasar dos cosas: que se despierte o que enlace otro ciclo con otro y siga durmiendo. Sabiendo esto, podemos decir que lo esperable es que el bebé se despierte de forma frecuente.
Actualmente, hay una tendencia de relacionar el sueño autónomo con el sueño en solitario, pero no es así. Enseñarles a dormir, es enseñarles a que unan ciclos de sueño para que sepan volver a dormirse sin necesidad de una ayuda extra y que tu bebé no dependa de ti en este sentido. Esto no significa que tu bebé se sienta abandonado. De hecho, dormir a nuestro bebé en brazos o dormir con nuestros bebés es algo que nos encanta hacer como padres, pero pasado un tiempo, para muchos puede suponer “un problema” porque el bebé no sabe dormir de otra forma y a ellos les gustaría que sí lo hiciera por la dependencia que crea, ya que probablemente no puedas moverte de la cama si no quieres que tu bebé se despierte. Y es aquí cuando se empieza a pensar en el sueño autónomo.
¿Cómo conseguirlo?
Para alcanzar el sueño autónomo se tiene que ir avanzando poco a poco para lograrlo. Un bebé que nunca ha dormido solo en la cuna no sabrá cómo hacerlo y lo más probable es que pida dormir de la manera que ya conoce (al pecho, con bibe, en brazos, etc.) ¡Es normal! Y conseguirlo será el resultado de un proceso de aprendizaje del bebé, que requiere un esfuerzo por parte de los padres para guiarlo durante semanas. Pero que también, acaba siendo muy satisfactorio para ellos y ayuda a que toda la familia vuelva a descansar. Para llegar a esto, habrá que darles la oportunidad de aprender sin hacer el trabajo por él y dándole la oportunidad de averiguar cómo hacerlo acompañándolo y dándole el apoyo necesario en todo momento durante el proceso y asegurando que están cubiertas todas sus necesidades.
Hay que darles el espacio para que lo puedan intentar, y eso no implica dejarlo llorar. Te explico algunas estrategias para fomentar el sueño autónomo:
- Practica acostarle despierto y cambia su apoyo externo que usa para quedarse dormido y conviértete en un apoyo de consuelo para que sienta que estás cerca y que sientes empatía hacia él, pero al mismo tiempo dándole la oportunidad de que pueda conciliar por él mismo.
- Consolida una rutina de sueño que puedas repetir siempre. La rutina podría incluir actividades calmantes, como un baño, masaje, leer un cuento o cantar una canción. Si siempre repites la rutina ayudará a tu bebé a asociar estos rituales con el momento de dormir y así, se podrá anteponer a la situación y esto le ayudará a que esté predispuesto para conciliar el sueño más fácilmente.
- Tener consistencia en los horarios adecuados ayudará a regular el reloj interno del bebé y a establecer un patrón de sueño saludable.
- Haz que el ambiente de sueño sea propicio para el descanso. Que sea un lugar seguro, tranquilo y con una temperatura confortable. Si hay ruidos externos, utilizar ruido orgánico puede ser muy útil.
Cada bebé es único y es posible que necesites adaptar las estrategias y las herramientas necesarias según su personalidad y su etapa de desarrollo. Recuerda que tú eres quién más conoce a tu bebé!
Si continúas durmiendo a tu peque, no le estás dando la oportunidad de trabajar esta habilidad, y debes saber que fomentar el sueño autónomo es una meta alcanzable que puedes conseguir y que no implica dejar a tu bebé llorando en su habitación sin consuelo, más bien todo lo contrario, enseñarle desde un apego seguro siempre dará buenos resultados para él y toda la familia.
Si necesitas ayuda con el sueño de tu bebé, puedes ponerte en contacto conmigo para que nos podamos conocer y me puedas explicar vuestra situación, de esta manera podré asesorarte sobre cuál de las opciones se ajusta mejor a vuestro caso particular.
Alba Rodríguez
Psicóloga especialista en sueño infantil