Hola,
mi nombre es Alicia Manzano y soy Terapeuta y Coach emocional, especializada en resolución de Conflictos y Facilitadora de Comunicación No Violenta (CNV).
Vivimos en una sociedad ruidosa. Y no me refiero solo al ruido externo, sino al ruido interno que todos llevamos dentro. Ese que nace del estrés, de la prisa, de la soledad, de la falta de conexión. En mi trabajo como terapeuta emocional, cada día confirmo algo que para mí ya es evidente: la verdadera necesidad de nuestro tiempo no es más información, más tecnología o más productividad. Es más empatía. Más escucha. Más comunicación auténtica.
Y es que estamos inmersos en una era donde la comunicación parece más fácil que nunca gracias a las redes sociales y la tecnología, pero la calidad de nuestros vínculos humanos se ha debilitado alarmantemente. Hay algo profundamente desconectado en nosotros. Y lo vemos en l@s niñ@s, en l@s adolescentes, en l@s adult@s. En todas las edades. En todas las relaciones.
La infancia: ¿ quién escucha realmente a l@s niñ@s?.-
Recuerdo un taller que hice con madres y padres de un colegio. Les pregunté: “¿Qué es lo primero que haces cuando tu hijo grita o se enfada?” La mayoría respondió: “Le digo que se calme”, “Le digo que no grite”, “Le mando a su cuarto”.
Pero pocas veces nos detenemos a preguntar qué siente ese niño. Qué necesita. Qué hay detrás de ese grito.
Una vez, un niño de 5 años, al que llamaremos Diego, empezó a pegar a sus compañeros en clase. En lugar de castigarlo, su maestra, formada en CNV, decidió hablar con él. Le preguntó con cariño: “¿Estás enfadado? ¿Te sientes solo?” Y Diego respondió con lágrimas en los ojos: “Es que mi papá se fue de casa y nadie me pregunta si estoy triste”.
Ahí lo entendí aún más claro: la violencia en la infancia es muchas veces una petición desesperada de empatía.
Adolescencia: la etapa de las emociones sin nombre.-
L@s adolescentes viven un cóctel de emociones diarias que no siempre saben cómo gestionar. En un mundo lleno de imágenes “perfectas” en redes sociales, donde se sienten constantemente observad@s, juzgad@s o comparad@s, lo que más necesitan es un espacio seguro donde poder expresar lo que realmente sienten.
En mis encuentros con adolescentes, cuando les enseño que tienen permiso para decir “me siento insegur@”, “estoy confundid@”, “necesito apoyo”, veo cómo algo se desbloquea. Se relajan. Respiran. Comprenden que no están sol@s. Y se dan cuenta de que las emociones no son algo que hay que ocultar, sino que se pueden compartir con respeto y sin miedo.
Un adolescente, Marcos, me dijo una vez en un taller: “Yo pensaba que hablar de emociones era de débiles. Pero ahora veo que es de valientes”. Ese momento lo guardo con gratitud.
Adultez: relaciones que callan lo esencial.-
Con l@s adult@s, el problema es otro: no es que no sintamos, es que no sabemos cómo expresar lo que sentimos sin herir o sin ser rechazad@s. Entonces, callamos. Suponemos. Interpretamos. Y así, poco a poco, nuestras relaciones se llenan de silencios incómodos y resentimientos acumulados.
¿Cuántas veces hemos evitado una conversación difícil por miedo a perder a alguien o a crear conflicto? ¿Cuántas veces decimos “estoy bien” cuando por dentro estamos rot@s?
La CNV me ha enseñado a comunicarme con honestidad sin dejar de cuidar al otro. A decir, por ejemplo:
“Me siento frustrada porque necesito más claridad en nuestra relación”
en lugar de
“Tú nunca me entiendes”.
La diferencia es inmensa. No solo en cómo lo digo, sino en cómo el otro lo recibe. Cambia la forma, pero también el fondo. Cambia la relación.
La trampa de las redes sociales.-
No puedo hablar de comunicación sin mencionar el impacto de las redes sociales. Vivimos atrapad@s en un sistema donde la imagen que proyectamos parece más importante que lo que realmente sentimos.
Mostramos vidas felices, cuerpos perfectos, relaciones ideales… pero detrás de la pantalla hay ansiedad, comparación, soledad. Conectamos con cientos de personas al día, pero no profundizamos con casi nadie.
Esto afecta especialmente a los jóvenes, pero también a l@s adult@s. Nos cuesta sostener conversaciones reales. Nos incomoda la vulnerabilidad. Hemos olvidado cómo escuchar de verdad, cómo mirar al otro a los ojos y decir: “Estoy contigo, te escucho, me importas”.
¿Y si volviéramos a lo esencial?.-
Yo sueño con una sociedad en la que hablar de emociones no sea tabú. En la que en las escuelas se enseñe a l@s niñ@s a reconocer sus sentimientos y expresar sus necesidades. En la que l@s adolescentes tengan espacios para ser escuchad@s sin ser juzgad@s. En la que l@s adult@s aprendamos a reconciliarnos con nuestras heridas y a hablar desde el corazón.
Sueño con una sociedad donde la Comunicación No Violenta no sea una técnica más, sino una forma de vivir.
Un ejercicio para empezar hoy.-
Quiero invitarte a probar un pequeño ejercicio que puede marcar una gran diferencia:
-
Elige una persona con la que sientas distancia o malestar.
-
Escribe qué te gustaría decirle si pudieras hacerlo sin miedo.
-
Identifica qué emoción hay en ti (¿tristeza, enfado, decepción?).
-
Conecta con la necesidad detrás de esa emoción (¿reconocimiento, afecto, claridad?).
-
Escribe cómo podrías expresarle esto desde la CNV:
-
“Me siento [emoción] porque necesito [necesidad]. ¿Estarías dispuest@ a [petición concreta]?”
-
A veces no hace falta una gran charla. Solo una frase honesta y empática puede abrir un puente que estaba roto.
Una llamada al cambio.-
Si algo he aprendido en estos años es que no hay transformación real sin empatía. La CNV no es la solución mágica a todos los problemas, pero sí es una brújula que nos devuelve el rumbo cuando nos perdemos en el ruido del mundo.
Si te resuena todo esto, si sientes que quieres aprender a comunicarte mejor, a entenderte y entender a los demás, estoy aquí para acompañarte. Ofrezco talleres, formaciones y espacios donde explorar juntos este camino de conexión y empatía.
No estás sol@. Todos necesitamos lo mismo: ser vist@s, ser escuchad@s, ser comprendid@s. Y eso empieza con un cambio pequeño, pero profundo, en cómo nos hablamos a nosotr@s mism@s y a los demás.
Animate a comenzar este cambio que te aportará una gran felicidad. Puedes contactar conmigo directamente pinchando aquí.
Puedes leer también más artículos sobre CNV y Gestión de Emociones en mi blog.
Gracias por leerme.
Alicia Manzano
www.aliciamanzano.com