La confianza es algo que se gana poco a poco y habitualmente se pierde rápidamente. Es algo que ganamos granito a granito y que lo perdemos a toneladas.
Y a medida que nos hacemos adultos esta situación se polariza mucho más. Fíjate como a los niños no les cuesta tanto como a los adultos volver a confiar en alguien que les ha podido fallar en un momento de su vida.
Son las experiencias vividas en tu pasado las que nos marcan, sobre todo las vividas en tu infancia y la adolescencia y por tanto las que te dan permiso o no en confiar en los demás. Y aunque a medida que pasa la vida en cierto modo nos vuelve más cordiales también nos hace más desconfiados.
A unos más y a otros menos, pero recobrar esa confianza que has perdido con alguien, cuando el dolor ha sido importante, lleva su tiempo. Has perdido la confianza y ahora te toca recuperarla, pero ¿cómo hacerlo? ¿cómo puedes volver a recuperar la confianza en alguien? ¿cómo volver a confiar en una persona que te ha mentido o te ha traicionado?
Lo primero que te pediría es que hicieras un análisis de lo ocurrido, ¿qué situación o situaciones han hecho que pierdas la confianza?
En esa situación ¿tomaste tu parte activa?, es decir, ¿fuiste parte de ese desencadenante?
Muchas veces inconscientemente somos nosotros los que provocamos esas situaciones
Analiza cual ha sido tu patrón de comportamiento ante esa persona y como son tus relaciones en general.
Por otra parte, hay que ser consciente de que cuando comienzas una relación en la que pones toda tu confianza posiblemente en algún momento te pueden fallar igual que tú puedes fallar al otro.
Muchas veces hacemos lo que creemos que es correcto en base a nuestras creencias y pensamientos, pero esto no cuadra con lo que la otra persona realmente necesita y desea. Aquí están tus expectativas respecto a la otra persona.
Te sugiero que hagas un ejercicio de colocarte en la emoción que te ha llevado a sentir que esa persona te ha fallado, sea la ira, la tristeza, la decepción, incomprensión… date tu tiempo y espacio para sentirla, tómatelo con paciencia.
Normalmente cuando aparece la ira o el enfado, es cuando te sientes traicionado. Sientes que se ha vulnerado tu integridad y te sientes atacado. Quieres defenderte de algo. Esta emoción que biológicamente es necesaria, es malentendida, siendo alimentada por tus pensamientos obsesivos que giran en torno a la traición. Te recomiendo que busques más allá de esta emoción de ira porque posiblemente detrás este la soledad, la tristeza o la inseguridad.
Como hemos dicho antes es bueno profundizar en qué es para nosotros el sentido de confianza. Hay quien no la recibe porque no sabe ofrecerla, y a quien se pasa años intentando ganarse la de los demás en un intento por complacer al otro.
Si entiendes que siempre no hay un motivo escondido detrás de lo ocurrido posiblemente te lo tomes de otra manera y sueltes.
El cerebro necesita entender que es lo que hay detrás para reconstruir lo ocurrido. Pero esto no siempre es posible ni necesario.
Aquí entra en juego el saber gestionar tu frustración e incertidumbre ante lo que no sabes. No buscar siempre la causa.
Y esto nos lleva al punto que yo considero más importante:
¿Te sientes que no eres digno de la confianza? ¿Sientes que no eres digno y merecedor de relaciones en base a la confianza?
¿Cómo te sentiste de pequeño?
¿Qué vivencias experimentaste que te llevaron a sentir que no podías confiar en los demás?
¿Quién te hizo perder la confianza? ¿Quién era la persona en la que necesitabas confiar y te fallo una y otra vez?
Quizás fue tu padre o tu madre… Esa persona que necesitabas confiar incondicionalmente, y que te fallo una y otra vez cuando no fue nunca a verte a los actos del colegio porque estaba trabajando, o el que te prometió que no volvería a enfadarse y a gritarte todos los días porque no sabías hacer los deberes, o te dijo que volvería a por ti y nunca llego… Aquí aparece esa traición de la que hemos hablado.
Cuando en tu infancia las personas que son tus pilares te fallan una y otra vez y pierdes la confianza en ellos, esas vivencias tienen un impacto emocional significativo que queda grabado en tu inconsciente.
Aquí empiezas a sentir y creer que no eres digno de confiar en la gente, queda un patrón inconsciente que te lleva a revivir ya de adulto situaciones análogas.
Inconscientemente sientes que no puedes crear relaciones en base a la confianza porque, así como lo has experimentado.
Entonces ¿qué podrías hacer?
La solución radica en eliminar estas creencias limitantes que están haciendo que tengas relaciones en la que la base es la desconfianza.
Mediante hipnosis, entrando en ese estado de receptividad donde podemos conectar con las vivencias que te han impactado emocionalmente, podemos comprender que es lo que ocurrió en tu pasado que haga que no te sientas digno de relaciones en base a la confianza. La comprensión en la hipnosis es totalmente liberadora. Cuando entiendes que el dolor que sientes actualmente realmente es de ese niño del pasado y que se puede sanar, la visión cambia totalmente.
Si quieres comprender y sanar eso que está haciendo que tus relaciones estén marcadas por la falta de confianza contacta conmigo. Estaré encanta de poder acompañarte en tu proceso.
Confía, fluye, suelta.