El miedo es el factor principal que genera nuestros mayores bloqueos e impide que nuestro talento se exprese en plenitud. Además, interviene especialmente en la percepción de los resultados, el cuarto vector de la matriz de talento. En función de cómo los percibas, cuando no son lo que esperabas, supondrán un freno o un acelerador para tu aprendizaje. Porque el miedo te frenará, a menos que sepas transformarlo.
El miedo empieza siendo algo muy instintivo, incluso irracional que, si no se gestiona como es debido, va invadiendo el pensamiento como una lava que secuestra la atención y nos condiciona hasta el punto de hacernos distorsionar la realidad, de perder grandes oportunidades, de boicotearnos.
El miedo esconde un tesoro, así que, donde haya miedo, habrá un tesoro, una oportunidad para desbloquear tus limitaciones internas y lograr la expresión de tu talento. Podemos utilizar estos miedos como el síntoma que nos indica qué hemos de desbloquear, o “reprogramar”.
Detrás de cada miedo irracional existe una creencia que nos limita, la definición de un estímulo que debemos actualizar, porque ya no encaja con el contexto externo en el que te encuentras. Por eso, cuando identifiquemos algún tipo de sufrimiento, ya sabremos que se debe a una definición incorrecta, a algo que no se adapta a la realidad. En cuanto lo solucionemos, nos habremos liberado de una limitación. El miedo se habrá convertido en la señal inequívoca de que podemos seguir creciendo.
Para poder actualizar ese significado y desarticular el miedo asociado a la definición de los antiguos estímulos es necesario comprender los mecanismos del miedo. La buena noticia es que, una vez hemos comprendido lo que es, podemos darle la vuelta al miedo. Podemos convertir el miedo en nuestro mejor aliado. En efecto, hay miedos que nos informan de “peligros fantasma”. Tras analizarlos, descubriremos que no suponen un peligro tangible; al contrario, siempre esconden un tesoro, un talento. Y es que mucho más allá de un mecanismo de supervivencia, el miedo se ha convertido en nuestra principal limitación para ser felices.
Ten en cuenta que el miedo es abstracto, y como tal no se puede gestionar. Para gestionarlo has de concretar de qué peligro de informa, y esos peligros, que son concretos, sí pueden ser gestionados.
Texto extraído de Talentum Libera tu talento de la jaula del miedo, escrito por Patricia Mir Oti que es especialista en gestión de talento en contextos de alto rendimiento.