Hola, mi nombre es Alicia Manzano y soy Terapeuta y Coach Emocional, especializada en resolución de conflictos y Facilitadora de Comunicación No Violenta (CNV).
Una de las experiencias más poderosas que vivo como facilitadora de Comunicación No Violenta es cuando alguien se siente reflejado con claridad, sin juicios, sin interpretaciones, sin consejos. Solo reflejado. Como si le dijeran: “Te veo, te escucho, entiendo lo que estás viviendo.” Y ahí, algo profundo ocurre: se relajan los hombros, la mirada se ablanda, el corazón se abre.
Ese acto de reflejar al otro —lo que en CNV llamamos «hacer de espejo»— es una herramienta poderosa dentro de la escucha activa. Y aunque parezca sencilla, requiere presencia, empatía y un profundo respeto por la experiencia del otro.
¿Qué significa reflejar en la escucha activa?
Reflejar no es repetir como un loro lo que el otro dice. Tampoco es analizar ni interpretar. Es intentar captar y devolver, con nuestras propias palabras, la esencia de lo que el otro está expresando: sus sentimientos, sus necesidades, su vivencia interna.
Es como si al escuchar dijéramos: “Déjame ver si estoy entendiendo bien…” Y desde ahí, hacemos un puente: “¿Estás sintiéndote frustrado porque necesitas más claridad en este vínculo?”
Reflejar es dar al otro un espacio donde pueda verse a sí mismo con más nitidez, como si le ofreciéramos un espejo limpio, sin manchas de juicio ni opiniones personales.
Mi propia experiencia con el espejo
Recuerdo una conversación con una amiga que estaba muy enojada con su pareja. Me hablaba rápido, con frases cargadas de crítica: “¡No me escucha nunca! ¡Hace lo que quiere! Estoy harta de explicarle las cosas mil veces.”
Antes, probablemente le habría dicho algo como: “Bueno, ya sabes cómo es él… no te lo tomes tan personal.” Pero desde la CNV y la escucha activa, elegí hacer algo distinto.
Tomé aire y le dije: “¿Estás sintiéndote agotada porque necesitas ser escuchada y sentir que tu palabra tiene peso en la relación?”
Ella se quedó en silencio unos segundos. Y luego me dijo, casi susurrando: “Sí. Eso es exactamente lo que me pasa.”
Ahí lo vi claro: el simple acto de reflejar puede calmar una tormenta.
¿Qué cambia cuando usamos el espejo?
Cuando reflejamos, le estamos diciendo al otro: “Tu vivencia me importa. Estoy contigo, intentando entenderte, no para corregirte, sino para conectarme contigo.” Ese gesto crea un espacio seguro donde la persona puede explorarse con más honestidad, bajar la guardia y abrirse.
He visto esto en sesiones individuales, en círculos de diálogo, en parejas en crisis. A veces no hace falta decir mucho más. El reflejo bien hecho permite que el otro encuentre su propia claridad, su propio rumbo.
Por el contrario, cuando no reflejamos y pasamos directamente a opinar, juzgar o resolver, el otro puede sentirse invalidado, malinterpretado o simplemente no escuchado.
¿Cómo reflejar desde la CNV?
Aquí te comparto algunas claves que me ayudan a hacer este ejercicio con presencia y autenticidad:
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Presencia plena: Estoy con el otro con cuerpo, mente y corazón. Nada de pensar en la respuesta mientras el otro habla.
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Escucha empática: Intento captar qué está sintiendo y qué está necesitando, aunque no lo diga literalmente.
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Uso lenguaje tentativo: Evito imponer mi interpretación. Utilizo frases como “¿Estás sintiendo…?”, “¿Necesitas…?”, “¿Te pasa que…?”
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Evito parafrasear lo literal: No repito palabras textuales, sino que intento captar el sentido profundo.
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Estoy abierta al error: A veces no acierto. Pero si el otro me corrige, ¡eso también es conexión!
Ejercicio práctico: El espejo silencioso
Quiero compartirte un ejercicio muy sencillo pero profundamente transformador. Lo propongo a menudo en mis talleres y en mi comunidad de práctica:
Ejercicio: El espejo silencioso
Duración: 10-15 minutos por persona
Personas: en parejas
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Una persona habla durante 5 minutos sobre algo que le preocupa o le emociona.
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La otra persona escucha en silencio absoluto. Solo contacto visual, respiración presente, sin interrupciones.
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Al terminar, la persona que escuchó dice:
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“Lo que escucho es que te sientes…”
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“Porque es importante para ti…”
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(Puede hacerlo una o dos veces, máximo tres frases)
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La persona que habló dice si se sintió reflejada o no. Puede corregir o matizar.
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Luego, cambian roles.
Este ejercicio genera una conexión muy profunda. Nos obliga a estar presentes, a dejar el ego de lado, a practicar una escucha sin filtros. Y sobre todo, nos permite vivenciar el poder del reflejo en carne propia.
Una nueva forma de comunicarnos
Imagínate por un momento una cultura donde las personas se escucharan de verdad. Donde en vez de dar consejos automáticos, nos detuviéramos a preguntar: “¿Qué estás necesitando en este momento?”
Una cultura donde las conversaciones no fueran una batalla de opiniones, sino un espacio para comprendernos.
Ese cambio empieza por cada uno de nosotr@s. Cada vez que elegimos reflejar en lugar de juzgar, conectar en lugar de imponer, estamos sembrando un nuevo modelo de comunicación más humano, más empático, más consciente.
¿Te gustaría aprender a comunicarte desde la conexión?
Soy Alicia Manzano, Terapeuta, Coach emocional y Facilitadora de Comunicación No Violenta. Acompaño a personas, parejas y grupos que quieren transformar sus relaciones a través de la escucha, la empatía y el lenguaje que conecta.
Si quieres profundizar en estas prácticas, aprender a reflejar con claridad y vivir relaciones más auténticas, te invito a sumarte a los talleres, sesiones individuales o a nuestra comunidad de práctica.
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Un nuevo mundo comienza en una nueva forma de escuchar.
Y tú, ¿te animas a ser ese espejo donde el otro pueda verse con amor?
Gracias por leerme.
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Un abrazo
Alicia Manzano
www.aliciamanzano.com