¿Cómo descubrí Kundalini Yoga?
Desde que era pequeño vivía en desequilibrio entre el físico y aquello que lo transciende. Siempre había practicado mucho deporte, ¡me encantaba! Y por otro lado profundizaba hacia dentro a través de la meditación y otras prácticas que de forma intuitiva me llevaban a explorar más allá. Seguramente por lo vivo y transcendente de esas experiencias dejé el cuerpo de lado, no le di valor ni lo traté tal y como le correspondía.
Evidentemente se fue quejando, y una de sus quejas recurrentes era un dolor punzante en el hombro derecho que cuando era muy intenso prácticamente me imposibilitaba hacer nada, migrañas y/o dolores de cabeza, alguna que otra vez me quedaba clavado de la espalda, etc. En definitiva, mi cuerpo no me acompañaba, aunque siempre le ponía la sexta, tanto si quería como si no. Recorrí todo el circuito de la medicina tradicional y de los sanadores/as de la época que puedas imaginar por el problema en el hombro, donde encontré de todo, sin ningún resultado. La verdad es que era desesperante. Aunque tengo que decir que algunos/as, muy pocos/as, ayudaron a mitigar esa circunstancia externa, esa manifestación de enfermedad, de desequilibrio… y también que eran otros tiempos.
Pensaba que tenía que hacer algo pero siempre lo aplazaba porque sinceramente no sabía qué hacer…
Hasta que un día Kundalini Yoga llegó a mi vida y cesó ese aplazamiento. Como te puedes imaginar puse la sexta ahí también y lo primero que hice fue lesionarme, mea culpa, de mi exigencia y de quererlo hacer todo perfecto desde mi total desconocimiento. Esa lesión fue mi gran maestra, le estaré siempre agradecido. A partir de allí empezó el diálogo con mi cuerpo, a escucharlo, sentirlo, quererlo y respetarlo. Y este empezó a abrirse, a vivir de nuevo. Pronto la lesión en el hombro pasó al olvido, y todo lo demás fue cesando. Convivo con la herencia de lo que he vivido, hay lesiones que están ahí, pero cuan diferente se viven cuando forman parte de ti. Aún me queda mucho por aprender, ¡no creo que deje de hacerlo nunca!
¿Qué es Kundalini Yoga?
Cuando oímos hablar de Kundalini Yoga ya sabemos que es bueno, aunque lo desconozcamos. ¿Pero qué es? El gran problema para explicarlo reside en que las palabras no pueden expresar la experiencia. De hecho, Kundalini Yoga es un raj yoga, es decir que se transmite de maestro a maestro a través de un linaje, se aprende por presencia. Este concepto a los occidentales nos sigue resultando muy extraño, pero cuando vives/presencias algo una parte de esa vivencia va quedando en ti, hasta que sin saber cómo alcanzas el estado de esa vivencia a través de la presencia. Yogi Bhajan fue quien rompió con este método de transmisión, aún y estar bajo amenaza de muerte por ello, y popularizó la enseñanza de Kundalini Yoga en todo el mundo de una manera más tradicional, tal y como estamos acostumbrados a aprender cualquier otra tecnología, disciplina o conocimiento. De hecho en su lugar de origen, India, todavía hoy no se puede practicar ni acceder a esta tecnología, se sigue transmitiendo a través de un maestro/a, en presencia, y de un linaje, al cual sólo tienen acceso unos/as pocos/as.
He hablado de tecnología, he aquí una definición de Yoga de Yogi Bhajan:
“La pericia técnica a través de la cual el hombre puede expandir sus facultades mentales para lograr el equilibrio que le permita controlar su estructura física y experimentar su ser infinito.”
Es curioso, cuando un cirujano entra en un quirófano todos reconocemos que está aplicando una tecnología, una ciencia aprendida para intervenir el cuerpo y que eso va a permitir un espacio de sanación. En Kundalini Yoga aplicamos la tecnología, una ciencia o conocimiento sobre el cuerpo humano y el sistema energético que lo conforma, para hacer circular la energía a través de este interviniendo en nuestro cuerpo físico para sanarlo o mantenerlo fuerte y en equilibrio. Como toda tecnología aplicada quiere decir que realizando una serie de acciones determinadas tienen un efecto predecible y esperable sobre quien las aplica. No hay nada extraño, es pura ciencia y conocimiento que está al alcance de todos/as.
La medicina alopática trabaja sobre el efecto, sobre la consecuencia física en el cuerpo. Si te cuesta mover el brazo o la mano es porque físicamente, a nivel muscular esquelético, etc. no puedes moverlo, es así, pero detrás de esta incapacidad hay un bloqueo o estancamiento de energía, algo que desvitaliza el cuerpo. Kundalini Yoga trabaja sobre este bloqueo o estancamiento energético enfocándose en el movimiento de la energía a través de este. El simple hecho de, poco a poco lógicamente, restablecer el flujo de energía donde estaba estancada o bloqueada permite en la medida de lo posible que el físico vuelva a su actividad normal.
En este sentido también se conoce al Kundalini Yoga como el yoga de los ángulos y los triángulos. Los ángulos presionan los bloqueos y estancamientos de energía a través de las glándulas para que puedan realizar sus secreciones. Relajando la postura, o asana como se le denomina en yoga, y con el cuerpo sosteniendo los beneficios de esta, la energía fluye y las secreciones glandulares tienen la oportunidad de circular libremente, lo que restablece el flujo de energía y como resultado regula el sistema glandular equilibrando la química del cuerpo.
Kundalini Yoga, ¿Por qué se le llama el yoga de la consciencia?
La práctica de Kundalini Yoga reduce las olas de la mente, cuando reduces las olas de la mente, es decir los pensamientos, la mente que siempre busca estar alborotada se va calmando y finalmente el personaje desaparece, aquel que crees ser tú, con quien te identificas, porque la mente no cesa de generar pensamiento a lo largo de la vida y a través de estos pensamientos nos identificamos con quienes somos. Cuando dejamos de pensar, cuando dejamos de identificarnos con quienes somos, aparece realmente nuestra esencia, lo que sentimos lo que sabemos que es porque sabemos que es así es un vacío que comprende todo lo que nos rodea y a nosotros/as mismos/as es la experiencia de la unión de la fusión con todo, es la experiencia de Shunia, como se denomina en yoga.
Podemos hacer el símil del cuerpo como una bombilla conectada a la corriente, sometida a una determinada diferencia de potencial o voltaje que hace que circule la electricidad a través de un filamento y este genere luz.
En el ser humano, la electricidad es la energía que circula a través de los nadis, los canales de energía ampliamente estudiados y reconocidos por la medicina tradicional china, por ejemplo, así como el sistema nervioso es la tensión que sostiene el voltaje a través del cuerpo a partir de sus polaridades, es decir a más diferencia de potencial más circulación de energía y más tensión en el sistema nervioso.
Por ello en Kundalini Yoga al trabajar el flujo de energía o de electricidad a través del sistema nervioso este se va fortaleciendo y permite más circulación de la energía y como consecuencia una elevación de la consciencia. No hablamos de más circulación de energía sólo en referencia a la cantidad sino también en su calidad, es decir de la frecuencia vibratoria de esta energía. Cuando la frecuencia es más alta su ciclo se acorta y requiere más espacio o amplitud, es decir se expande. Puedes imaginarte un motor funcionando a 1000 revoluciones por minuto o a 6000 rpm, la estructura del coche, por ejemplo, debe ser lo suficientemente fuerte y robusta para mantenerse estable en ambos casos. De la misma manera, nuestro cuerpo se va adaptando físicamente a la consciencia que lo habita, o si lo prefieres a la circulación de energía que manifiesta, para sostenerla.
¿Tiene edad la práctica de Kundalini Yoga?
También podríamos preguntarnos si tiene edad respirar o vivir. Cualquier edad es perfecta para la práctica de Kundalini Yoga, lo que importa no es meramente qué hacer sino la intención que hay detrás de la acción o inacción, según dónde nos enfoquemos. Si el movimiento o la pausa es más corto, es más corto, si es más largo es más largo, no depende de la limitación del cuerpo sino de la limitación de la mente y esta no tiene límites.
No hay posturas, o asanas como las denominamos en yoga, perfectas, tal y como se han preestablecido desde la imaginería popular desde el punto de vista estético, estas imágenes todavía hoy cuestan de erradicar. La postura perfecta es aquella que permite adoptar cada cuerpo fluyendo la energía través de él. Evidentemente no será la misma para un principiante que para una persona ya experimentada, pero tampoco para una mujer embarazada, o para una persona joven, o para una persona mayor, o para alguien que tiene que realizar la práctica en una silla porque su movilidad no le permite realizarla de la forma habitualmente establecida.
De hecho, quizás no contenga el secreto de la longevidad, pero si la medimos por la flexibilidad de la columna sin duda nos facilita el camino. ¡Sat Nam!